Blogia
Rothfugio

Mi vida en Estocolmo (4º Bloque)

Mi vida en Estocolmo (4º Bloque)

[16ª PARTE]

Volando. Así se me ha pasado esta semana entre unas cosas y otras. Sin darme cuenta he hecho mi primera aproximación a esos mutantes que me esperaban y sin darme cuenta ya pasé hace tiempo el ecuador de mi estancia aquí, y eso me hace sentir raro. Como dijo Jack el Destripador, vamos por partes.

Lunes nada nuevo bajo el sol (porque hacía sol, de hecho el tiempo se ha portado bastante bien toda la semana hasta hoy, debo decir). El martes nos juntamos unos cuantos del departamento y nos fuimos a un restaurante español, porque les hacía ilusión ir de "tapas". Así que allí nos juntamos Kim, Maarjte, Martijn, Takaharu-kun, Christine, Martin, Tomoyuki-kun, Nanaho-chan y yo. Nos pusimos hasta arriba con un montón de cosas a un precio más o menos asequible, y nos hinchamos a sangría de la buena (sí, estaba bien rica), aunque aquéllos que no podía beber alcohol tuvieron que conformarse con "sangría sin alcohol"; pero como dijo el bueno de Tomo: "La sangría sin alcohol es como una tortilla sin huevo". Y la tarta de chocolate exquisita... Fue una tarde genial, y disfruté un montón con mis compañeros de trabajo en un ambiente bien distendido y relajado, y creo que todo el mundo pensaba lo mismo.

El miércoles tocaba despedir a los españoles que estuvieron aquí el fin de semana, así que David, Heikki, Teresa y yo nos juntamos con ellos y continuamos la barbacoa del sábado donde lo habíamos dejado. Bueno, donde lo habíamos dejado no, porque en lugar de regresar a Hornstull Strands fuimos a su pisito y nos marcamos la barbacoa en la terraza, lo cual estuvo muy bien. Cuando se nos unieron más coleguitas (de Italia, Polonia e India, para ser precisos) nos fuimos a tomar la última; probamos suerte en el Kelly's y al final acabamos en el Medusa. Debo decir que no es mi culpa, pero era uno de los pocos sitios abiertos a esas horas...

El jueves a descansar (que tocaba), y el viernes de nuevo jaleo. Después del pastel que nos trajo Christine al laboratorio, que estaba "OCake", Tomo-kun y Nanaho-chan nos esperaban en su casa porque nos habían invitado a cenar a Kim, Abrahán, Charlotte, Christine y un servidor. Así que nos adentramos en ese lugar extraño que es el "System Bolaget" (un supermercado sólo del alcohol) y buscamos unas birras para llevar a nuestros nipones anfitriones. Por cierto, cuando uno se adentra en ese lugar los oídos le juegan malas pasadas, porque lo único que se escucha son botellas golpeando entre sí, cristal chocando contra cristal, y puedes ver a jóvenes buscando cervezas para la noche o a algún alcohólico llenando su carro a lo Nicholas Cage en "Leaving Las Vegas", un sitio muy curioso. Así que llegamos a eso de las 19:00 japonesas, que significa a las 19:00:00, ni un segundo antes ni después, y Tomo nos mostró su apartamento mientras nos tomábamos una de esas cervezas (él ya nos había preparado alguna bien fría). Y empezamos la cena con pollo (no recuerdo el nombre de la receta) y una ensalada para seguir con okonomiyaki y por fin sushi y sopa de miso. Acompañado todo de sake y rematado con un buen té verde. ¡Qué maravilla de cena! Tomo y Nanaho se portaron de maravilla con nosotros, y estaban súper felices de que hubiésemos ido a su casa. Pero nosotros estábamos aún más agradecidos. Desde luego para mí fue una noche fantástica, y me sentí muy pero que muy a gusto. Y después nos fuimos los huéspedes a tomar la última a un lugar cercano a Tekniska högskolan, en plan tranqui. Claro, yo con mi mochila y mi portátil todavía, de repente me llama Harsha y me dice que por qué no me uno a ellos. Así que cuando nos despedimos todos me uní a la gente de Jägargatan en el Debaser de Medborgarplatsen, sólo para echar unas risas y estar un rato con la gente. Y la verdad es que acabé matadísimo, porque todo el día y noche por ahí cansa y mucho.

Sábado, de paseíto. Por la mañana (bueno, no, después de la hora de comer, pero yo me acababa de levantar) nos fuimos David, Harsha y yo al centro a dar una vuelta, echar un vistazo a alguna tienda, tomar un café, probar un helado... Así que hicimos alguna fotillo, nos sentamos en una de mis terrazas favoritas en T-Centralen, probamos un helado exquisito, hicimos alguna comprita (Fer, ya no voy a envidiar tus gafas nunca más, jeje) y nos dimos un buen paseo hasta que decidimos volver a casita a descansar. Yo me eché una buena siesta que me supo a gloria y por la noche tocaba fiesta de despedida en casa de Hugo, portugués que después de varios meses se marcha el miércoles, y quería montarla a tope antes de irse. Así que allá que fuimos Alison y yo, y después llegaron Cécile, Léa y Vilma, y ya nos juntamos con más gente por allí, a comer pizza y beber cerveza (las francesas beben vino, que son así de guays). Y después de unas cuantas horas decidimos que teníamos que salir, así que nos fuimos a buscar a Karina y sus amigos alemanes, que habían venido por unos días, y decidimos que en lugar de salir de fiesta por garitos nos montábamos nuestra fiesta en las rocas, como siempre. Nos pusimos a "desayunar" a las 4:30 de la mañana (esos desayunos en la cocina son de lo mejorcito) y nos tomamos la última cerveza en las rocas. Y nos sentó de lujo...

Ésa ha sido mi semana, a falta de lo que suceda hoy, que no creo que ocurran muchas cosas. Al menos no tengo demasiada intención de salir, porque toca descansar. Claro que si se tercia algo ya veremos...

Hej då!!

[17ª PARTE]

Hoy más tranquilo todo. Sábado por la noche y me quedo aquí, "en casa", no me apetece salir, porque además estoy bastante cansado. Esta semana ha sido bastante desastrosa en el laboratorio; las inmunos salieron regular y las fotos que tengo no me dan nada fiable. Los malditos anticuerpos no están funcionando como debieran y cuando por fin repito todo el proceso sale aún peor, así que en lugar de pasarme toda la tarde del viernes y la mañana del sábado pegado al microscopio, ayer a las 16:00 decidí que se acababa la ciencia por lo que quedaba de semana. Que le den por culo al sol y a partir del lunes más y mejor (porque peor es imposible).

El martes por la noche hicimos una pequeña celebración sorpresa a Vilma, la chica albano-italiana, por su cumpleaños. Fue divertido, con pastel, regalos, dedicatorias en varios idiomas y demás. Y al día siguiente, que me lo tomé libre porque me levanté demasiado tarde y decidí quedarme aquí a trabajar con el ordenador (lo cual no sirvió de mucho por lo que he contado antes), volvimos a reunirnos todos en las rocas para tomar unas cervezas y un poco de helado a su salud. Ayer viernes salimos Harsha, Nadim, Vilma, Karina, Judith y yo y fuimos a Kelly's, nos tomamos unas cuantas y volvimos. Y la verdad es que acabé bastante cansado. Hoy he salido con Harsha al centro, hemos ido de compras, hemos comido por ahí y nos hemos dado un buen paseo por la ciudad. Conclusión, demasiado cansado para salir, así que hoy sábado por la noche me quedo "en casa" recuperando fuerzas para la semana que viene, que me van a venir bien. Mañana toca ir al supermercado de nuevo, así que será día de trabajo doméstico, lo típico: compra, colada, cocina, limpieza, y todas esas cosas...

Y a ver qué pasa a partir del lunes, que esto tiene que tirar para adelante como sea porque, si no, vamos jodidos.

Hej då!!

[18ª PARTE]

Y parece que vuelve la actividad. Esta semana comenzó con una cena en "La Neta", un nuevo y pequeño restaurante "auténtico" mejicano, dicen los entendidos, con tacos del pastor, bistec y no sé qué más. Lo cierto es que estaba bien rico, hay que decirlo. Martes en el laboratorio hasta las 21:00, casi ná, y después a juntarme con la gente de Jägargatan para ir a Hornstull Strand a un conciertillo de jazz muy chulo. Aunque no recuerdo el nombre de la modesta banda estuvo genial, de primeras porque abrieron con una versión de "Riders on the storm" de The Doors. El miércoles en plan tranquilo en la resi, "beer on the rocks" hasta las mil, y lo mismo el jueves, y es que necesitaba relax después de las jornadas maratonianas y el estrés del curro. Y el viernes al salir paseíto por T-Centralen, Norr Mälarstrand y vuelta. Esta vez decidí quedarme en casita porque el sábado tocaba madrugar para ir a trabajar, qué remedio... Pero disfruté de una noche tranquila, y tuve una buena conversación con Harsha en las rocas de noche cubiertos de estrellas sobre todo un poco, ciencia, amigos, sensaciones, Estocolmo, vida en general... Un tío íntegro y grande donde los haya, y eso es difícil de encontrar.

Así que después de aprovechar bastante el tiempo en el laboratorio yo solito (aquí no trabajó ni Perry ni Mason el fin de semana) me fui a dar otro paseíto con Meri (que ya volvió de sus vacaciones) por Hornstull y Långholmen, donde descubrimos nuevos sitios para pasear, bañarse y disfrutar de unas vistas fantásticas del lago Mälaren. Y por la noche, cómo no, rock'n'roll en Kelly's y Medusa, que se echaba de menos, con Pår, Alexandra y unos cuantos más. Y como nos quedamos con las ganas de tirar unas cuantas fotos, decidimos que hoy era día de bañarse y hacerse el sueco por aquellos lares, así que allá volvimos, esta vez con Yoli y Linnea; esta mañana hicimos la comprita para una grilla con carne, zumo y fruta y nos buscamos un buen huequecito junto al agua, para tirarse desde los árboles y darse un rápido chapuzón. Y allí estaban todos nuestros amigos, los patos que hablan sueco, los pribones y los pipones, Patrick, Johanna y todos los demás. Y de nuevo paseíto disfrutando de las vistas y del tiempo (está haciendo un calor tremendo -para lo que es Suecia, claro- durante todo el mes, esperemos que siga así) y después relajadito a casa. Duchita y a salir a cenar a Slussen, a un bar inglés, muy cuco él.

Y ésta ha sido mi semana. Me noto un poco más activo, me apetece aprovechar más este mes, porque julio lo he dejado pasar solamente trabajando, sin hacer nada demasiado especial. Espero que me quede tiempo al menos para disfrutarlo, porque sólo me quedan unas semanas y sí, sabe a poco, todo ha sido muy rápido y el tiempo ha volado. Parece mentira que haga ya dos meses y medio que llegué a esta maravilla de ciudad. Las cosas van cambiando y se nota; esta semana he visto por primera vez las estrellas en varios meses, porque ahora ya se hace de noche y desde la residencia tengo unas vistas magníficas (a ver si esta semana nos lo montamos bien y vemos la lluvia de estrellas). De momento me quedo con muchas cosas, incluso las pequeñitas, como que los sábados y domingos ponen la bandera de Suecia en los autobuses, porque es fiesta (o en cualquier otra fiesta nacional, como el Día Nacional o el cumpleaños de la Princesa), o la bandera gay durante la semana del Gay Pride Parade, estos suecos son así... Me quedo con las bicis por la ciudad, me quedo con las vistas, me quedo con el agua, me quedo con los bares de rock, me quedo con los globos en el cielo, me quedo con la gente que he conocido, me quedo con muchas cosas... Y es que empiezo a sentir nostalgia ya, a falta de menos de un mes para volver a casa, porque siento que no me queda tiempo. Ése es mi tormento, que nunca hay tiempo ni lo tendré para todo lo que me encantaría hacer. Pero así es la vida, y sólo podemos decidir hacerlo lo mejor posible durante el tiempo que se nos ha dado, así que...

Del trabajo hoy no hablo, que ya he tenido bastante toda la semana. Eso lo cuento otro día.

Hej då!!

[19ª PARTE]

Buf, una semana más, y ya corren que se las pelan. Me queda bien poquito, y entre el trabajo y el curro no me da tiempo a pensar en nada más. Intento hacer lo que puedo pero necesito aprovechar más el tiempo si quiero sentirme un poco más sueco... Aunque igual eso ya no tiene mucha más importancia a estas alturas... No sé, pero el caso es que también necesito descansar, y mucho, y me temo que no voy a tener vacaciones (ésa es la putada del año, y que a nadie se le ocurra decir que estoy de vacaciones porque no es cierto; estoy trabajando en otro lugar, nada más). El caso es que entre las preocupaciones y la puta almohada me levanto todos los días hecho una piltrafa, pero qué le vamos a hacer... En cuanto llegue a Madrid y tenga un poco de relax (que no lo voy a tener) debería ir a un fisioterapeuta a que me dé un buen repasito, que me lo merezco y lo necesito.

Bueno, el lunes me fui después del labo a comer una pizza con Kim, un encanto de niña. Mola un montón hablar con ella porque tenemos un montón de cosas en común y nos contamos la vida, y además compartimos historias muy similares. Una de las cosas que mola es que me ayuda a implementar mi inglés, porque una cosa es el científico y otra muy distinta el del día a día, y hay conversaciones que en mi vida me habría visto yo hablando en inglés. Así que eso está genial. Y fuimos al sitio donde hacen las pizzas más grandes de Estocolmo (y cuando digo grandes son enormes, no os lo podéis imaginar), y nos zampamos una cada uno, brutal, lástima que no tenga fotos... Luego estuvimos dando un buen paseo por Norr Mälarstrand y después a casa, que ya tocaba.

El resto de la semana pasó más o menos sin pena ni gloria (o con más pena que gloria, no sé) entre esparcidos y aplastados, entre inmunos y anticuerpos, entre fotos y microscopios... La verdad es que me está entrando el canguelo, qué le vamos a hacer, me toca en breve dar mi seminario de despedida (quién lo iba a decir) y no sé yo cómo lo voy a hacer, como no lo pinte... Así que toda la semana dándole duro al curro hasta las mil, inclusive viernes hasta las 21:30 de la noche...

... pero después necesitaba relajarme un poco, así que decidí que me diera el aire y me fui con Heikki, Harsha, Cécile, Vero, Tini y Vilma a un karaoke (sí, habéis leído bien) por Hötorget. Y lo pasamos bastante bien, pero creo que lo mejor fue cuando Heikki y yo decidimos jugarnos la pasta en la mesa de Black Jack. Fue divertido porque además muchas de las manos las empezamos con las mismas cartas y las segundas rondas fueron siguiendo la misma tónica, y he de decir que gracias a sus consejos me retiré digno sin perder ni un öre y él se duplicó su pasta inicial, así que nos tomamos unas buenas cervezas a su salud (y cuando digo buenas quiero decir "kind of free", porque ya sabemos que "swedish beer sucks", pero bueno).

El sábado tocó ir a currar. Aunque no fui tan pronto como tenía pensado debido a la excursión nocturna previamente relatada, aún me pasé allí unas horitas hasta las 18:00 más o menos, y después de echarle bemoles al microscopio y al software nuevos, decidí que "lo mío p'a mí", y que mis fotos las tomo yo como me da la gana, así que me apañaré con mis cosas y les mostraré lo que pueda tal y como yo lo he hecho, "Spanish style", con dos cojones. Y por la noche salí de nuevo con María, Marcelo y Carlos al cumpleaños de Rosa. Fuimos a Stureplan (la zona más pija de Estocolmo), donde nos aguardaba un garito en mitad de la calle, como una carpa, donde la entrada valía unos 20 euros y la cerveza más o menos 7. Pero como tenemos contactos, entramos sin pagar un pavo y además la cerveza nos la tomamos a mitad de precio hasta que nos hartamos. Y si las cosas se tercian siempre se puede encontrar una de esas bellezas escandinavas que sólo habitan en esta zona de la ciudad, aunque son sólo fachada, para qué nos vamos a engañar...

Y hoy domingo me lo pasé en Skansen con Heikki. Skansen está junto al parque de atracciones Gröna Lund, en la isla de Djurgården, y es algo así como un museo al aire libre, un pueblo tradicional de Suecia donde se ve de todo, desde la antigua oficina de correos hasta la fábrica de vidrio, y una reserva con un montón de animales. El sitio es precioso y bastante grande, y tiene unas vistas que son la leche, pero de verdad. Ya veréis las fotos si las buscáis.

Y mañana más de lo mismo, que sólo me quedan unos días, qué horror...

Hej då!!

P.D.- Al final ni lluvia de estrellas ni nada, porque esos días por la noche estuvo nublado y lloviendo a mares... Esto es Suecia...

[20ª PARTE]

¡¡Vaya semanita!!... que dirían los de la ETB. Ha sido un "no parar" sin parar, que ya es decir. Puedo empezar diciendo que el lunes me volví prontito a casita porque estaba destrozado y un poco desanimado con el curro, tanto que me metí en la cama a las 20:00 y caí redondo. Tras pequeños momentos de desvelo debido a lo ruidosos que son mis compañeros de pasillo (unas más que otros...), conseguí dormir hasta las 6:30 de la mañana del tirón, lo cual me vino muy bien para levantarme bien despejadito. Me fui al labo y entre unas cosas y otras me dieron las 23:15, así, sin más. Claro, uno se emociona y promete darlo todo y acaba como acaba... Y no sólo eso, sino que encima una americana (de Texas tenía que ser, claro) tuvo la feliz idea de hacer palomitas al microondas a las 21:00 y se olvidó completamente de ellas. El resultado: olor a palomitas quemadas en todo el edificio y la alarma de incendios sonando durante 45 minutos. Menos mal que ella misma llamó a los bomberos y les explicó la situación para que no aparecieran por allí...

El miércoles más de lo mismo, pero peor: yo que llego a las 9:00 en punto de la mañana para escuchar el seminario de grupo del japonés durante una horita u horita y media y me pongo a trabajar duro con las fotos que había tomado, hasta que me doy cuenta de que me faltaba algo imprescindible. Total, que le doy duro a las inmunos y me dan esta vez las 00:00 de la noche. Sí, señores, 14 y 15 horas en el laboratorio de día a día matan a cualquiera (o por lo menos a mí). Y cuando salgo un señor de seguridad (que aquí dan mucho miedo, por cierto) con su perro muy nervioso y agresivo me pide identificación pero me ruega que no me acerque ("...please...!"), porque igual el perro me comía. Yo no sabía si tenerle más miedo al tipo o al perro, pero vamos, que lo último que me apetecía era que me devorase un pastor alemán después de tanto tiempo de trabajo; yo sólo quería irme a dormir...

El jueves fue un poco más tranquilo, sólo 11 horas trabajando, y aún conseguí algo, así que no estuvo mal. Para celebrar que había sido un día corto me tomé una cerveza con Meri en el Strand, que además pilla de camino a casa, y el viernes fue un poco más distinto porque había quedado con mi jefa rusa para mostrarle los resultados, discutir un poco sobre ellos y estructurarlos un poco mejor de cara al seminario de despedida del miércoles que viene. Además estuvo muy bien, porque comimos en "Günter's", el mejor sitio de salchichas de todo Estocolmo (salchichas alemanas, por supuesto, las salchichas suecas apestan igual que su cerveza), y luego bolitas de chocolate y coco que Kim había preparado para todos, y que estaban deliciosas, hay que decirlo.

Así que después de tan ardua semana de trabajo, el descanso era merecido. El viernes por la noche salimos Karina, Tiny, Heikki con su hermano Marti y yo y fuimos a un sitio cuyo nombre nunca me aprendí, pero fue bastante soso. Únicamente nos sentamos y bebimos cerveza mientras charlábamos, pero a todos se nso notaba cansados, así que la cosa no fue muy allá,estuvo bien a secas. El sábado fue mucho mejor: por la tarde fuimos al Ice Bar de Estocolmo, en el Nordic Sea Hotel. Es uno de esos bares donde mantienen la temperatura por debajo de los 0º C (creo que eran -5º C) y todo es de hielo, desde las paredes hasta la decoración, pasando por los vasos. Claro, te dan un "poncho" con el que pareces una mezcla entre esquimal y soldado de Star Wars y unos guantes para sujetar los vasos (cualquiera se atreve si no). Lo bueno es que si se te cae el vaso y se rompe no lo tienes que pagar porque a ellos no les cuesta nada hacerlos... Hicimos unas cuantas fotos bastante chulas y después fuimos directamente a Strand, ese paraíso multicultural en Hornstull, donde esta vez la entrada volvía a ser libre y además había fiesta punk-rock, con mogollón de gente llena de tatuajes y piercings y con música punk-rockera a tope de power. También echamos unas cuantas fotos y lo pasamos pero que muy bien...

Y hoy ha sido día más tranquilo, pero extraño. Cogemos el autobús en T-Centralen hacia Skeppsholmen, la isla donde está el Moderna Museet. Pero como somos así, no nos damos cuenta y lo tomamos en sentido contrario. Cuando llegamos al final, le preguntamos al conductor y nos dice que sí, que nos hemos equivocado pero que nos podemos quedar para el próximo viaje. Y cuando llegamos nos dice: "¿Son de España ustedes?", así que uno más que se tira el rollo (estos sudamericanos son así de majetes aquí con los españoles). Y aunque a mí no me gusta el arte moderno fuimos a ver una exposición de fotografías de microscopía electrónica, que mira tú por donde la tenían, pero no expuesta, contradicción donde las haya (hay que joderse). Así que bueno, nos quedamos sin ver las fotos pero al menos nos colamos con "carnet de estudiante y biblioteca" (cosa que yo no tengo, por supuesto) por un precio no tan caro. Y después de paseíto de nuevo, tirando fotos y a comer al Vapiano, un restaurante italiano donde la comida está de morirse de buena y bastante bien de precio (y donde el camarero que nos retiró los platos dijo también: "¿Español?"...).

Y esta tarde a currar un poquito, que hay que preparar cositas para esta semana. Ya tengo el chip de la despedida, sólo me queda esta semana entera de trabajo, en realidad diez días, y aunque me queda mucho por hacer ya vuelvo a tener la cabeza allí. La verdad es que el aire me huele a despedida y parece que la ciudad me dice adiós, o más bien "hasta luego", espero. Echaré de menos las nubes suecas, el aire sueco, las botas y las sandalias de las suecas (me enamoro...), las pintas de la gente, el que puedas entrar a cualquier sitio vayas como vayas vestido y nadie te mire, la cantidad de embarazadas que hay por la calle (se nota que en invierno no salen de casa y  necesitan calorcito), los cochazos que se ven todos los días, Cadillac y Mustang clásicos y Ferrari de los chulos, las pedazo de motos como Harley Davidson a cascoporro, y tantas otras cosas... No echaré de menos las gaviotas, pero echaré de menos los barcos, el agua y los puentes, las barbacoas y muchas cosas más... Pero eso será dentro de unos días, porque todavía puedo seguir disfrutándolo.

Hej då!!

[21ª PARTE]

Última semana entera en Suecia. Última semana en Estocolmo y última de trabajo duro en el laboratorio. Ha sido estresante, desde luego, pero creo que ha merecido la pena y todo ha dado sus frutos (o al menos eso espero, ya veremos...). El lunes de nuevo hasta las mil, creo que fueron como 12 horas de trabajo, poniendo a punto los últimos anticuerpos, y el martes fue un poco más tranquilo, porque al llegar a casa hubo que darle duro a la presentación para el miércoles, en la que se suponía que tenía que mostrar todo lo que había hecho. La cosa no fue mal del todo, he de decir y, aunque pudo haber ido mejor, también puedo haber ido mucho peor, así que acabé contento. Especialmente porque todos parecían satisfechos y no sólo eso sino que hubo buena discusión, sobre todo con algunos de los resultados, en los que el jefe se mostró muy interesado. Así que supongo que después de todo el estrés, las horas en el laboratorio, las preocupaciones y demás, después de todo eso, parece que no me puedo quejar. Otra historia será cómo aprovechar esos resultados para la tesis. Pero eso, como digo, es otra historia...

Por la tarde quedé con Meri un rato y nos tomamos un café de tranquis en Gamla Stan, poniéndonos al día de las novedades (que no eran pocas), y después unas cervezas con Erik en el "Sjätte Tunnan", para ponernos al día también, que hacía dos meses que no lo había visto. Así que la tarde también estuvo bien.

Jueves a descansar del trabajo, que fue básicamente trabajo mecánico preparando material para llevarme a España y el viernes tocó fiesta, que ya era hora. La historia fue fiesta en el primer piso, con un montón de gente de todas partes del mundo (lo que viene siendo habitual en Jägargatan, claro), hasta las tantas. Comimos típica comida finesa, "australiana" y hasta tortilla española (muy rica) y bebimos cerveza hasta que se nos quitaron las ganas... Y ayer sábado a salir en plan tranquilo. La idea era visitar de nuevo el "Anchor", que hacía tiempo desde la última vez, con Harsha, pero estaba tan lleno que cambiamos de idea y fuimos a "Medusa", que siempre es una gran alternativa. Después se unió Meri y tuvimos una buena noche de risas y charlas varias. Y luego a dormir, que también era hora.

Y hoy plan tranquilo de nuevo; como teníamos que dormir decidimos dejar nuestro paseo matutino para más tarde, así que al final me fui después de comer a tirar unas fotos por Högalidsparken, que tenía ganas, y luego barbacoa con Meri, Louize, Elsa, etc., para ponernos las botas a salchichas, queso, salmon, gambas, mazorcas de maíz y de postre plátanos con chocolate. Riquísimo todo. Y una vez llegué a Jägargatan me junté con toda este gente que volvía de cenar y nos reunimos en pland espedida para Heikki, que marcha mañana, con Harsha, Karina, su amiga Anya, Vilma, Vero, Nadim, Cécile, Léa...

Y ahora sí, hora de dormir. Creo que esta media semana que me queda va a ser rara... No tengo que hacer pero tengo que hacer. No me queda mucho trabajo que hacer para el tiempo que me queda pero tengo que arreglar muchas cosas antes de volver a casa; entre otras, mañana me toca reunión con el jefe, vermos qué le digo, qué me dice, y qué pasa...

Hej då!!

1 comentario

Jordan 11 -

Fondness is not frenzy, it is a power of life. Everyone has the right to pursue what he or her likes.